Ni es oro ni, mucho menos, reluce

Queridos compañeros y compañeras:

  Nuestro comentario de hoy, es de entender, versa sobre el ya conocido (hay sindicatos que corren a contarlo antes a la prensa que a la plantilla), plan de bajas ¿compensadas? que, según nos ha comunicado la empresa, habrían aprobado los consejos de administración de Liberbank y Banco CCM.

  Sí, ese que llevamos esperando desde aquellos días previos a que se conociera la sentencia por la que conseguimos tumbar aquel infame primer ERE y que tan rápido se encargaron de mandar a los medios de comunicación diciendo, entre otras cosas, que empezarían a llamar en septiembre para desvinculaciones en el año en que se tengan 59 años.

  Bien, pues, a 15 de Octubre, tenemos noticia y nuestra obligación es valorarla y comentártela.

  La primera consideración es positiva: algo hemos logrado que cambie cuando se produce una oferta digamos que pública y uniforme para las personas que pueden acogerse a ella. Otra cosa es que, en el trato individual, se debiera negociar algo más. Pero hemos de insistir e insistimos en nuestra opinión: la negociación deberá ser colectiva por lo que representa de garantía, por su fiscalidad y por sus ventajas indemnizatorias, entre otras cosas, prestación por desempleo. Nada pactado. Tú te quieres ahorrar un montón de euros echándome a casa, pues me permites cobrar el paro, me indemnizas con 42 mensualidades más el plus de voluntariedad que acordemos y, si no, te aguantas y me pagas, a ser posible lo que me debes, más lo que me tendrás que pagar porque este ERE, en estas circunstancias es que “ya no se pué aguantar”. No sé si habéis calculado que, si a una persona de 59 años vas y le echas, sin más negociación, te obligan a darle de golpe 42 mensualidades (que además estarán exentas hasta 180.000 euros) y cobra dos años de paro, se planta en 59 o 59 y pico que tenga, más cinco años y pico del paro más la indemnización (años por cierto, en los que el paro cotiza por ti), es que estamos no en los 63, sino en los 65 y eso sin pacto alguno. Así que no nos vendan motos.

Cosa distinta es, evidentemente, que el irrespirable ambiente que, a diario, nos contamina, anime al más pintado a mandarles a la porra e irse para casa, cuestión que, ya nos conocéis, nos parece tan personal y respetable, como la de quedarse, mal que les pese a los proponentes del tal Plan. Porque les pesa y mucho. No podéis olvidar que, ni objetivos, ni ventas ni nada les importan. Lo que quieren es no pagarnos y, si no se puede llegar a tanto, no pagarnos lo que nos deben pagar, que es a lo que se están dedicando ahora. Y a las pruebas nos remitimos cuando se empeñan contumazmente en mantener un inexplicable ERE mientras, con los beneficios que aquí generamos, pagan a todos los demás menos a la plantilla, reparto de dividendos por el beneficio obtenido, incluido.

Afeamos públicamente el nulo gusto al referirse a nuestros más mayores, en la comunicación a los sindicatos, como personal cansado y desmotivado y que “no cabe duda”, esta circunstancia “supone una minoración en el rendimiento obtenido de su trabajo”. Inadmisible. Desmotivador. Una pura vergüenza. Si todo un ministro, y todo un señor diplomático, ha tenido que retirar públicamente una lamentable afirmación a requerimiento de un compañero, Presidente del Congreso, cuánto menos que pedir aquí una rectificación interna y disculpas por el modo de referirse a un colectivo que, en gran parte, ha permitido que, a pesar de otros, nos hayamos plantado en el siglo XXI. Un poco de mesura y respeto por favor.

No quisiéramos alargarnos mucho porque el tema dará de sí y sí queremos centrarnos en la valoración del muy mejorable, in-concreto y cogido con pinzas acuerdo que nos proponen:

. Se habla de una renta mensual. Peligroso con esta gente. No ponen dinero para indemnizarte porque prescinden de ti. Sólo te bajan el sueldo. Otra vez. No lo pensamos, ni lo deseamos, pero… Si no llego a los 63, o tengo una desgracia mañana, ¿cómo queda mi familia? Pájaro en mano. Queremos que me indemnices por prescindir de mí. Como toda la vida.

. Se cifra en 60% del bruto fijo y un mínimo del 75% y máximo del 80% del neto de lo que te pagarían ¡OJO! no ahora, sino de aquí a que cumplieses 63. Aprovechan para cargarse ayudas anuales, absorber pluses, mejoras, trienios e influye el ERE o los ERES que pretendan a futuro.

. Al no haber acuerdo colectivo, seguimos sujetos a IRPF por el total. Ni siquiera tendría encaje el 30% de reducción por indemnización generada en periodo manifiestamente dilatado en el tiempo.

. No aportan un euro al Plan de Pensiones. Su especialidad. Es mucho dinero.

. Sólo aseguran mantener las condiciones financieras de los préstamos y sólo hasta su extinción.

. Buen gancho parece la atención de una de las mayores preocupaciones del colectivo: que se hagan cargo de la suscripción del Convenio Especial con la Seguridad Social. Nos detenemos aquí: a día de hoy, en 2015, en números redondos, el pago mensual es de 1.004 euros y el anula por tanto en poco más de 12.050 euros. Bien: si el Convenio lo ha de suscribir el empleado o empleada y Liberbank lo paga (ya veríamos lo que haría la sucesora de Liberbank), y te lo mete, para entendernos “en nómina”, te va a aplicar una retención que rondará el 30% con lo que, por mucho que lo abone, y ya veríamos cuando (habrán de concretar que es mes a mes y “religiosamente”, que es mucho concretar con éstos), lo mismo te hacen palmar tres mil y pico euros anuales. Han de asegurarte que el pago es íntegro, limpio de polvo y paja. No en vano, es lo único que supuestamente  pagan, y en diferido, aunque te lo están sacando, con creces, limándote con todas las medidas anteriores.

Resumimos: No te dan nada y quieren que todo el ahorro sea para ellos. Te ofrecen comprar tu libertad. Pagando tú. Por supuesto. Habrá quien lo coja. Perfecto. Creemos que, en negociación colectiva, la empresa no se perjudica y, hacerlo de otra manera sólo favorece a SEPE y Hacienda. Que hay que concretar mil y un flecos que no pueden quedar nunca en el aire, que ya nos conocemos y sólo mejorando sustancialmente las condiciones (de mil formas: dejando acogerse a personal con mucha menos edad o indemnizando convenientemente por ejemplo) y acordándolas en un marco colectivo, legal, y profunda y realmente garantista para la plantilla, APECASYC podrá, salvaguardando siempre la libertad personal de cada cual, abiertamente recomendar la suscripción de un pacto sobre el importante tema que nos ocupa.

 

Estamos centradísimos en ayudarte cuanto sea menester y te seguiremos informando.

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