NOS MANDAN A LA GUERRA. SE ESTÁN CORONANDO

Nos mandan a la guerra. Se están coronando.

Desprecio por la salud de plantilla y usuarios están demostrando esta gente que, por mucho que se dedique a la propaganda del régimen no sabe ni distinguir cuándo se encuentra ante una situación de alarma nacional.

Nos mandan, directamente, no a trabajar, sino a una guerra. A contraer el virus y a propagarlo en cada ventanilla, mostrador y mesa, a prácticamente toda la población.

Ojo: a una población que, por trabajar en la administración, en la educación o por motivos que no debemos mencionar, acudirá más fácilmente a nuestras oficinas.

Por cierto, se prohíbe entrar al público en Ayuntamientos, Consejerias, Hacienda, Delegación del Gobierno y cualquier estamento público. Y, hasta este viernes, han instalado pantallas, puestos parapetos y demás elementos para tratar de evitar contagios.
Sin embargo, sea la situación excepcional o declarada de alarma nacional, no es que no se anulen los objetivos, los PPCS, y toda esa maquinaria de destrucción masiva de la plantilla, sino que ni se limita el aforo en nuestro banco que, como es sabido, acumula las mayores colas y concentraciones de personas, de todo el sector.

Se suspenden hasta los cumpleaños o las reuniones de escalera, por circular del Colegio Profesional de Administradores de fincas.

A mayor abundamiento, hasta a un entierro o boda, se limita por la Consejería de Sanidad la presencia de sólo 10 personas.

Pues bien, digámoslo alto y claro: “Liberbank nos manda a la guerra. Y en las guerras se muere y se mata”. Podremos estar hasta quince días sin presentar síntomas y estar en. contacto, en ciertos centros, con más de 1.000 personas por empleado. Con la que está cayendo, ¿nos están mandando a morir o no los están mandando?.

APECASYC urge a poner cordura al mandamal y autoprotección a cada compañeros/a y espera se produzca igual trato al dispensado a personal de ciertos servicios centrales y ciertas jefaturas. De lo contrario, tendremos que solicitar el amparo de la autoridad sanitaria y civil o militar, según la situación lo requiera, para que nos proteja no ya del mal, sino de tamaña desfachatez (in) humana.

Otras empresas premian a sus empleados por la carga de trabajo soportada, como Mercadona, que vuelve a demostrar lo que es cuidar de su gente. Como aquí.

Y nuestros profesionales sanitarios serán héroes para todos cuando hayamos vencido al virus. Como aquí.

Nuestra opinión es que, en nuestro banco y, como en las mejores películas, si alguien acaba muriendo, QUE MUERA EL MALO.

Ánimo y a cuidarse mientras logramos que el sentido común reine.

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